Está claro que la digitalización es el futuro y de que en pocos años va a ser un requisito básico para que una empresa sobreviva. Además, la transformación digital trae muchos beneficios a las empresas, pero uno que no mucha gente intuye es el freno de los fraudes.
Puede sonar confuso, ya que se suele asumir que la digitalización trae ciberataques, pero no hay que olvidar que no todo es blanco o negro.
Un claro ejemplo son las compañías eléctricas, que gracias a la digitalización han podido identificar y frenar una buena parte de los fraudes que cometen algunos clientes. Gracias a la digitalización les es más fácil detectar cuándo un cliente hace puentes, enganches directos o cuando se enganchan directamente al contador.
Incluso algunas compañías colaboran activamente con los Cuerpos de Seguridad del Estado para perseguir comportamientos delictivos, como el cultivo ilegal de marihuana en domicilios particulares.
Otro claro ejemplo es la banca y los pagos sin contacto o contactless. El mobile payment se ha hecho muy popular a raíz de la pandemia, pues aproximadamente el 21 % de los consumidores ha comenzado a utilizarlo en los últimos meses. Este puede hacerse a través del wallet del banco, o a través de Apple Pay, del Google Pay y del Samsung Pay. Consiste en meter los datos de la tarjeta en la aplicación del móvil y esta los codifica y permite tener un rápido acceso a la tarjeta sin contacto.
Se considera el método de pago más higiénico, y es más seguro que los otras formas de pago tradicionales y en línea. Esto se debe a que es necesario introducir la huella dactilar cada vez que se va a efectuar el pago. Y precisamente por ello, en caso de robo, el mobile payment no se puede utilizar.
Como comentábamos al principio, no todo es blanco o negro con la digitalización, está claro que tiene sus partes negativas, pero también tiene sus ventajas.
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