En esta entrada vamos a tratar el tema de la brecha digital por razones económicas y sociales.
Esta reflexión es interesante para que conozcas las barreras de accesibilidad a tecnología o Internet si ofreces productos o servicios en canales digitales o si te planteas la incorporación de empleados a tu empresa, presumiendo que todo el mundo va a adaptarse a tu nuevo CRM o ERP.
El nivel educativo, el nivel de renta, el género o la edad de los usuarios son factores que, a día de hoy, siguen explicando muchas de las diferencias significativas en el uso de Internet. Sin embargo, la brecha digital entendida como las diferencias en el acceso material a Internet, ha perdido importancia frente a la que empieza a surgir por el distinto uso de las nuevas tecnologías y la adquisición de competencias digitales.
El 6% de los españoles que tienen entre 16 y 74 años, lo que supone algo más de 2 millones de personas, no tuvieron acceso a Internet en 2020.
Un dato más que, como mínimo, llama la atención. El grado de habilidad digital de los individuos determina su capacidad para utilizar y transformar los recursos que proporciona Internet en oportunidades reales. Esto que favorece a los usuarios más jóvenes, cuyas habilidades digitales y de comunicación, o competencias informáticas son sin lugar a dudas más avanzadas. De hecho, según la Encuesta sobre Equipamiento y Uso de TIC en los Hogares del Instituto Nacional de Estadística, es cierto que en los últimos tres años se ha reducido de forma generalizada esta brecha. Pero, aún el año pasado se seguía observando un desigual acceso y uso de Internet en función de la edad, siendo prácticamente universal entre los 16 y los 34 años, frente al 70% del colectivo de mayores de 65 años.
Si tomamos como referencia el factor de la educación, esta misma encuesta expresa que en los últimos tres años ha habido un mayor progreso en el acceso a Internet de personas analfabetas o que no han terminado educación primaria y en aquellas que han finalizado esta etapa educativa, alcanzando el 51,4% y el 76,0% respectivamente. Junto a estos niveles, que aún son mejorables, se percibe un alineamiento en torno al 98% del uso de Internet de personas que tienen sus estudios terminados a partir de la segunda etapa de secundaria.
“Se percibe un alineamiento en torno al 98% del uso de Internet de personas que tienen sus estudios terminados a partir de la segunda etapa de secundaria”
Por otra parte, el acceso a Internet en 2020 ha alcanzado el 93% tanto en hombres como en mujeres. En todo caso, el acceso diario a Internet es 1,4 puntos porcentuales superior en el caso de las mujeres que alcanza el 83,8%. Mientras las compras online tienen todavía cuotas bajas en ambos casos, algo superior para los hombres, el 53,4% y el 54,3% respectivamente. También en este punto se observa que el nivel de habilidades digitales y de competencias informáticas alcanza niveles avanzados en un mayor número de hombres en comparación con las mujeres. Esto pone de manifiesto el impacto de las diferentes trayectorias educativas y formativas sobre la brecha digital de género en España. Lo que, a su vez, podría ser una razón que explique la menor presencia de mujeres en los entornos laborales relacionados con la tecnología.
Si tenemos como referencia el factor de la renta de la que se dispone en los hogares, el uso de Internet también varía. Mientras en los hogares con rentas superiores a los 2.500 euros el uso de Internet es prácticamente universal, en los que las rentas son inferiores a 900 euros, el uso es inferior al 85%. Es muy probable que estos datos se expliquen y respondan a un mayor uso comparativo de aspectos relacionados con el aprendizaje online, la banca electrónica o las actividades relacionadas con la salud por parte de los hogares de mayores ingresos, frente a un uso que está más orientado al acceso a contenidos informativos y lúdicos, o mensajería instantánea por parte de los hogares de rentas inferiores.
Fuente: CES. Informe la digitalización de la economía 01/21 (actualización del informe 03/17)
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